Recordando los comienzos de Alex Ubago

Aquí tenemos una de las primeras entrevistas de Alex Ubago en sus comienzos, data del 22 de Marzo de 2003 cuando recién se escuchaba sonar su primer éxito, "Sin miedo a nada", el cual cantaba con la cantante Amaia Montero.

A bordo del éxito del hit “Sin miedo a nada”, el español Alex Ubago llegó a la Argentina para promocionar su primer disco “¿Qué pides tú?”. Habló de sus influencias, del amor y de la guerra.

Alex Ubago llegó a Buenos Aires para presentar su disco debut, “¿Qué pides tú?”, que en España lleva vendidas más de 900 mil copias y que aquí ya es disco de oro. El hit “Sin miedo a nada” entró al Top 5 de las principales radios locales y cada vez son más las argentinas que se dejan cautivar por este seductor ibérico.

Con sólo 22 años, Alex se está transformando en una estrella y, sin embargo, mantiene la humildad, una sonrisa sincera y una excelente disposición al diálogo, con la prensa y con sus fans.

- ¿Fue importante el azar en tu carera?
- Cuando te gusta la música y quieres hacer algo con esto, tienes que tener suerte de que alguien te dé una primera oportunidad. Yo tenía mi material, grababa mis primeras canciones y fui moviendo mis maquetas (demos) de aquí para allá, y llegaron a manos de mi manager actual. Un primo mío, que tiene un bar, fue el enlace. Al tiempo, fuimos en busca de la disquera...

¿Cuándo compusiste tu primera canción?
- A los trece años. Más que componer mi primera canción fue una especie de amague. Empecé a tocar la guitarra e intenté hacer mi primer tema, que por supuesto era ridículo y absurdo, pero así empieza el gusto por la música y,
sobre todo, la curiosidad por hacer melodías y letras propias.

¿Creés que es necesaria la formación académica para hacer canciones?
- He estudiado algo. He estudiado en un par de academias de música y, más tarde, empecé con un profesor de guitarra particular. Y cuando empezó todo el jaleo éste de giras, tuve que parar las clases. Pero cuando vuelvo a Donosti, aprovecho para recuperar clases. De todas formas, no tengo una base musical impresionante. Toco guitarra, me gusta componer, pero tengo bien en claro que me queda mucho por aprender. Compongo desde la intuición, totalmente.

- ¿Cuáles son tus referentes? ¿Qué música escuchabas de más chico?
- Referentes hay muchos. Los Beatles, más incluso que los Rolling Stones. Después, mucha música setentera: Simon & Garfunkel, Crosby, Still, Nash & Young... Toda esa onda acústica y guitarrera. Me interesaba mucho. Luego tuve mi época “canción de autor”. Y el rock argentino. Quizás lo que es más conocido en
España: Andrés Calamaro, Ariel Rot, Charly García, Fito Páez... Aquí voy descubriendo alguna otra banda que hace esa onda y que no conocía. Y esa onda me encanta. Y también todo el pop británico: Oasis, Coldplay, Travis, Richard Ashcroft... En verdad, me gusta desde Alejandro Sanz hasta los Red Hot Chili Peppers. Pero la canción de autor creo que es la influencia más puntual.

- O sea que estás más cerca de considerarte un cantautor a una estrella de pop...
- Han dicho que soy un “cantautor pop”. Y no me parece mal. Al contrario, me gusta.
- En tus canciones no hay referencias políticas, ¿Por qué?
- Porque no me interesa tener una postura pública, ni artística, respecto de la política. Al país lo están gobernando unos tipos y es bueno saber de qué va el rollo. Pero no me gusta hablar de eso en las canciones. Al menos, por ahora. El disco es bastante romántico, habla mucho de sentimientos, pero no es lo único que escribo.

- Venís del País Vasco, ¿Qué opinás de la ETA?
- El tema del País Vasco es muy complicado. Los que vivimos allí toda la vida seguimos sin entender nada. Cuando me muera de viejo, si estamos igual, voy a seguir sin entender nada. Respeto todas las ideologías, pero estoy absolutamente en contra de la violencia. Pienso que hay que llegar a todos lados, pero sin violencia. El problema de la ETA no
es la ideología, es la violencia. La bomba es lo que destruye todo. Y, en ese sentido, ocurre lo mismo con la alianza entre Bush y Aznar. La bomba de Aznar es igual de chunga que la otra.

 
- ¿Por qué hay tantas baladas? ¿Buscaste específicamente hacer un disco romántico?
- Fue una coincidencia. La mayoría de las canciones del repertorio hablaban de amor, o de sentimientos, porque es un tema que a mí personalmente me motiva mucho a la hora de escribir. Es el tema más típico en la música. Las vivencias personales y los sentimientos que vas teniendo, los expresás en las canciones. Y, bueno, la mayoría de las canciones que elegimos para el disco, hablan de amor. Pero no fue una cosa buscada.

- ¿Partís de vivencias personales o de una reflexión acerca del amor como tema universal?
- Sobre todo, de vivencias personales. Las canciones están basadas en lo que yo siento. Hay canciones de desamor, pero la mayoría están escritas desde un lugar donde me encontraba a gusto, enamorado.

- ¿Es mejor el amor o el desamor para escribir canciones?
- No lo sé. Cuando escribes de amor es muy fácil caer en lo de siempre, en la ñoñez, en lo cursi. Intento no hacerlo, y pienso que no lo hago. Por eso, creo que es más difícil hacerlo desde el amor sin que quede ñoño. Pero cualquiera de las dos vale.

- ¿Cómo es un show en vivo?
- De momento, presentamos los temas del disco, y hacemos un par de versiones: una de “Hombres G”, que grabamos para un homenaje, y otra de Los Rodríguez, uno de mis grupos favoritos. Metíamos “Dulce condena” y aprovechábamos para darle un puso más rockero al concierto. Y, a veces, un set acústico.

- ¿Te gustaría hacer algo más rockero?
- No, estoy a gusto haciendo lo que hago. Es la onda que me gusta transmitir. Me gusta el rock, pero no soy un rocker. Me gustaría evolucionar y los temas del segundo disco que sean más rápidos quiero llevarlos al pop-rock. Pero en la balada de medio tiempo me siento muy a gusto.

- ¿Quién es Araceli?
- (Se ríe) Una amiga. Fue mi chica, hace mucho tiempo. Y a ella le dediqué mis primeras canciones y le regalé mi primera maqueta. Esa fue la maqueta que, más tarde, llegó a manos de mi mánager. Pero para mí siempre
ha sido normal escribirle canciones a la primera persona que está conmigo.

- ¿Cuándo escribiste la última canción?
- Ayer mismo estuve trabajando en un tema nuevo. Pero la última que terminé fue la semana pasada. Estoy terminando temas para el próximo disco.

- ¿Cómo es la relación con Amaia Montero, de La Oreja de Van Gogh?
- Es una tía cojonuda en todos los sentidos. Yo la conocí a través de la grabación del disco. Me apoyó siempre y por eso le pedí que grabáramos juntos “Sin miedo a nada”, para el disco. Así surgió la colaboración y también una amistad increíble. Nos llevamos impresionante.

- ¿Y qué hay de Jesús Gómez?
- Un productor cojonudo y una persona de puta madre. Supo entender y transmitir esa sensibilidad en las canciones. Él hizo un trabajo impresionante. Seguramente, trabajaré con él para el segundo disco. Fue una grabación muy lenta, porque hoy en día nadie graba un disco en seis meses. Y eso se valora. El trabajo y cariño que ha puesto, es súper valorable. Pero el trato en el estudio, también. Es fundamental que sea un tío agradable. Y así fue.

- ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
- Me gusta volver a San Sebastián, estar con mi gente, mis amigos, mi familia. Aprovechar para salir a tomar algo, ir al cine y jugar al pool. También escribir temas y estar con la gente de toda la vida, que lamentablemente veo poco y hecho mucho de menos.

- ¿Te gustaría retomar la carrera de ciencias empresariales en algún
momento?
- No. Mi verdadera vocación es la música. Me metí en esa carrera sólo por meterme.

- ¿Qué opinás de los reality shows artísticos?
- La verdad es que he ido a esos programas, porque es una vía más de promoción. Pero no puedo decir que me gusten (se ríe). No puedo dejar de criticarlos. Sinceramente, y que me perdonen, es un karaoke. Lo veo un poco vacío. Son chavales que cantan de maravilla. Yo los respeto mucho, porque tienen buenas voces y les gusta cantar, pero es sólo un boom. Lo musical pierde todo el valor.

- ¿No te cansa que en todas las notas te pregunten “¿Qué pides tú?”?
- (Se ríe) Cansado no, no es para tanto. Yo siempre pido salud. Prefiero que me pregunten eso, antes de qué pienso de “Operación Triunfo” (risas).

Retomado de: publispain.com